Trouville, primero un pequeño puerto pesquero, se convirtió en el siglo XIX en una estación balnearia muy popular entre los parisinos.
Su desarrollo turístico se debe a su inmensa playa de arena fina considerada en su momento como la más bella del mundo. Pero también a los numerosos escritores y pintores que se alojaron allí.
Eugène Boudin y Claude Monet, por ejemplo, pintaron varios cuadros allí.
Hoy en día, es una visita obligada en la Côte Fleurie junto a su vecina Deauville.
Aunque son muy parecidas y cercanas, a Deauville y Trouville no les gusta que las comparen.
Sin embargo, como visitantes, ambos complejos merecen ser visitados.
Lo cual no podría ser más fácil...
Durante los meses de verano y con la marea baja es posible cruzar a pie el transbordador que las une. Se trata de un paseo de 220 m, es decir, 3 minutos a pie.
Por lo tanto, le aconsejamos que empiece el día en Trouville y luego se una a su gemela durante el día.
Sin embargo, tenga en cuenta que la estación balnearia de Deauville es más elegante y, por tanto, más cara.
A un paso del hotel encontrará
- Un gran centro náutico,
- Carreras de caballos,
- Un campo de golf,
- El tenis,
- Arena en la playa de Trouville,
- Piragüismo y kayak,
Y mucho más...
Trouville también es :
- El casino junto al hotel,
- Veladas temáticas,
- Honfleur se encuentra a 20 minutos,
- Cabourg está a 25 minutos,
- Las playas del Día D a 60 minutos,
Visite la ciudad portuaria de Honfleur, situada frente a Le Havre.
Es la cuna de la cultura impresionista gracias a la creación de la escuela de Honfleur.
Durante su visita podrá descubrir el Museo Eugène Boudin o el majestuoso Puente de Normandía.
Una visita obligada en la región que, como los pintores del siglo XIX, no le dejará indiferente.